Todo
y nada me representa. La bondad y la maldad pueden ser consecuencia
del mismo acto. Todo lo que diga de mí es verdad. Todo lo que
diga de mí es mentira. Nada de lo que ofrezca daré.
Daré todo aquello que no sea ofrecido. Lo inesperado debe ser
inevitable y por tanto lo único que merece ser esperado. |