Artista plástico y digital.

Observatorio

La mirad y el silencio. A nadie se le escapa la elocuencia de ambos.

"Observatorio" anos invita a romper viejos esquemas y establecer nuevas relaciones en el mundo de la comunicación y la palabra.

Mediante la superposición de fotogramas digitales, y la reiteración de movimientos, hemos conseguido dar vida a un ojo, que enlazando movimientos aleatorios nunca coinciden entre si.

Pasamos de ser espectadores a convertirnos, previo hechizo de un tubo de ensayo, en conejillos de Indias del Arte, es decir de ser observadores a ser observados.

¿Quién no ha deseado alguna vez ser una valiosa obra de arte? Silencio y ojos que nacen prefabricados y que, como todo lo artificial, no tiene vocación de caduco.

Sin saberlo, los espectadores encuentran en la animación un germen donde mediante un encantamiento interactivo la obra pasará a ser espectadora, observadora y, nosotros, los observados. Es la magia del arte.

Y el silencio envuelve esta obra como una placenta sagrada e inviolable que protege un valor en alza, el lujo más esquisito, casi en vías de extinción: el sagrado silencio pacificador, restaurador de heridas, viejo cómplice sabio y prudente.

El aura silenciosa de las palabras no dichas rodea esta vez al espectador.

El aura y también la mirada.

De manera que pasen y vean, o mejor, pasen y déjense mirar.

Miguel Soler